Psicoprofilaxis Quirúrgica en pacientes pediátricos

Gabriela Tercero Quintanilla.

Hospital Infantil de México Federico Gómez, México.

Psicoprofilaxis Quirúrgica en pacientes pediátricos

La Psicoprofilaxis Quirúrgica es un conjunto de técnicas psicoterapéuticas que, se ocupa, dentro de un marco multi e interdisciplinar, de preparar emocionalmente al niño y a su familia para afrontar una intervención quirúrgica, con la menor cantidad de secuelas físicas y psicológicas posibles. Por consiguiente, esta estrategia se ocupa exclusivamente de lo relacionado con la operación.

La tarea de la Psicoprofilaxis Quirúrgica comprende la información, contención y el esclarecimiento de todos aquellos sentimientos y emociones que surgen ante una cirugía (Mandelbaum, 1994, 1998; Ortigoza, Méndez y Vargas, 1998).

Psicoprofilaxis Quirúrgica y respuestas negativas

Actualmente el estudio de las respuestas psicológicas negativas que pueden ser observadas después de la intervención, está ocupando un lugar preferente en el interés de los especialistas (Ortigoza, Méndez y Vargas, 1998). Sus objetivos son (Kay, s.f.; Mandelbaum, 1994, 1998; Mellish, 1969; Ortigoza, Méndez y Vargas, 1998; Visintainer y Wolfer, 1975; Wolfer y Visintainer, 1979):

Objetivos

  1. Aliviar ansiedades. Es decir, apoyar al niño y a su familia ante el evento quirúrgico tomando en cuenta las medidas necesarias para ello. Aquí se incluye el desmitificar y esclarecer todas las fantasías (amenazas) que han construido con relación a la operación y a la anestesia.
  2. Ayudar a superar el impacto de la cirugía. Brinda al paciente elementos para que pueda manejar mejor sus propios recursos y por ende, favorezca su cooperación ante los procedimientos médicos.
  3. Permitir y facilitar el mayor contacto posible con las personas significativas para el niño (padres, familiares y médicos).
  4. Favorecer una mejor recuperación en el posquirúrgico y disminuir la posibilidad de que se presenten complicaciones emocionales.
  5. Permitir que muchas cirugías se realicen en forma ambulatoria con los beneficios que esto significa para el niño, su familia y las instituciones; reduciendo el tiempo de hospitalización y la inquietud del paciente por la ausencia de sus padres.

De este modo, la Psicoprofilaxis Quirúrgica puede realizarla cualquier profesional del equipo tratante con entrenamiento previo. Este equipo debe ofrecer toda la información necesaria al niño y a sus padres. El propósito es esclarecer todas las dudas, temores, ansiedades y angustias que surgen ante una operación (Mandelbaum, 1994, 1998; Mellish, 1969; Wolfer y Visintainer, 1979).

La principal ventaja de tener a un(a) psicólogo(a) en este equipo, se demuestra cuando los menores y sus padres pueden considerarlo un «puente» entre el equipo médico y ellos. Este enlace les aclarará las dudas que les quedaron después de recibir la información médica. Y les ayudará a manejar sus emociones en beneficio del paciente y de ellos mismos.

Psicoprofilaxis Quirúrgica. Niveles

La Psicoprofilaxis Quirúrgica se realiza a dos niveles (Mandelbaum, 1994, 1998). De esta manera:

1. Padres

Sirve para aclarar a los padres las dudas que tienen en relación a la enfermedad del niño y a su cirugía (sus riesgos y beneficios).

En diferentes estudios se ha demostrado que los padres (en especial las madres) que recibieron información acerca de las rutinas, procedimientos médicos, su papel en el cuidado del niño y soporte emocional durante la hospitalización, experimentaron menos estrés en comparación con los que no la recibieron; dando como resultado una mejor calidad de atención para su hijo (Mellish, 1969; Visintainer y Wolfer, 1975). Es por eso que, esta información debe ser lo más franca, sencilla, verídica y amplia posible, de acuerdo a la capacidad de los padres para entenderla (Bluestone, Stool y Kenna, 1996; Mellish, 1969). Mellish (1969) menciona que la presencia de secuelas psicológicas en los niños, se debe a las reacciones de sus padres ante el evento quirúrgico, ya que se las transmiten al niño quien a su vez las percibe como tensión y ansiedad en sus progenitores (Goldman y Bohcali, 1966).

2. Niños

Sirve para ayudar al niño a comprender qué y cómo se va a hacer el procedimiento, su propósito y necesidad de esto, así mismo se le explica cómo se podrá sentir con los procedimientos médicos y lo que puede hacer o no para recuperarse (Bluestone, Stool y Kenna, 1996; Goldman y Bohcali, 1966; Mandelbaum, 1994a, 1994b; Mellish, 1969; Reissland, 1983; Spicher y Yund, 1989; Wolfer y Visintainer, 1979). Bluestone, Stool y Kenna (1996) enfatizan la conveniencia de que el niño sepa las molestias que tendrá con la cirugía y que el personal médico hará todo lo posible por minimizarlas; así como que la cirugía le ayudará a tener un mejor estado de salud (Mandelbaum, 1994, 1998).

Se ha demostrado que en la medida en que el menor disponga de la información que necesita y pueda expresar sus propias dudas y temores, también tendrá la posibilidad de contar con mayores recursos para enfrentar la cirugía (Mandelbaum, 1998).

¿Quién?

La preparación de un niño para el programa puede realizarse a partir de los dos años de edad.

Cuando son menores se les debe explicar aunque parezca que no entienden nada y al mismo tiempo preparar a los padres (Mandelbaum, 1994, 1998; Ortigoza, Méndez y Vargas, 1998).

La Psicoprofilaxis Quirúrgica es aplicable a cualquier paciente con cirugía programada (es decir, no de urgencia) y que dentro de la clasificación del estado físico de la Sociedad Americana de Anestesiología (ASA) se ubique entre un ASA I / V (paciente sano) y un ASA IV / V (paciente con enfermedad general grave que pone en peligro su vida) (Benumof y Seidman, 1992; Eiser, 1984; López 1980; Ross, 1994).

¿Cuándo?

Aunque han existido algunas discrepancias con respecto al tiempo recomendado para la preparación, se considera que un tiempo adecuado para informar al niño de su operación es de 15 a 20 días antes para los mayores de ocho años y 10 días para los más pequeños, ya que un tiempo más largo hace que la cirugía se convierta en un evento que nunca llega y un tiempo más corto imposibilita al menor prepararse internamente (Mandelbaum, 1994, 1998).

¿Cómo realizar la Psicoprofilaxis Quirúrgica?

Hay diferentes técnicas para realizar la Psicoprofilaxis Quirúrgica, sin embargo, no se ha demostrado que una sea mejor que otra (Mandelbaum, 1998; Ortigoza, Méndez y Vargas, 1998). Ahora bien, la funcionalidad y/o utilidad de ellas depende de las características institucionales y de los recursos humanos y técnicos disponibles.

Ferrano (s.f.) toma en cuenta estrategias como la desensibilización, reprocesamiento neurobiológico cognoscitivo, dramatizaciones e hipnosis entre otras técnicas.

Bluestone, Stool y Kenna (1996) mencionan que los niños deben recibir una amplia explicación sobre todo el proceso de la hospitalización y cirugía mediante la utilización de una valoración psicológica, videos, títeres, demostraciones, libros ilustrados de las rutinas pre y posquirúrgicas y juego (Mandelbaum, 1994, 1998; Ortigoza, Méndez y Vargas, 1998).

En una investigación realizada por Wolfer, Madelon y Visintainer en 1979, se utilizaron para la preparación de los niños, unos cuadernillos que contenían información acerca de todo el material que se usa en el quirófano y una descripción de lo que podían experimentar. Estos reportes eran usados en casa por los menores y sus padres antes de la hospitalización. Los resultados que reportan, es que la ansiedad era menor cuando los niños estaban preparados en comparación a los no preparados.

Es importante resaltar que el Hospital Infantil de México Federico Gómez es una Institución de tercer nivel de atención médica, dependiente de la Secretaría de Salud, que atiende a pacientes de escasos recursos económicos que provienen de diversos estados de la República Mexicana.

El Departamento de Psiquiatría y Medicina del Adolescente cuenta con una plantilla de 20 psicólogo(a)s adscrito(a)s que están asignado(a)s a los diferentes servicios hospitalarios.

En todos y cada uno de los servicios que son quirúrgicos, la psicoprofilaxis se lleva a cabo antes y después del evento quirúrgico.

Psicoprofilaxis Quirúrgica. Programa

Primera sesión

El grupo médico explica a los padres y al niño todo lo relacionado a la enfermedad y a los procedimientos que se realizarán antes, durante y después de la cirugía.

Segunda sesión

El(la) psicólogo(a) tratante aclara a los padres las dudas que tengan con respecto a la información recibida por el equipo médico. Al mismo tiempo se realiza la evaluación psicológica del paciente.

Dentro de esta técnica evaluar no significa diagnosticar psicopatología, sino observar si en el transcurso de las entrevistas se manifiestan algunas de las contraindicaciones específicas respecto al tratamiento quirúrgico, por ejemplo, conductas no cooperadoras, deficiencia mental o psicosis (Schulman, Foley, Vernon y Allan, 1967). Esto tiene como objeto poder predecir complicaciones emocionales posquirúrgicas.

Para poder aclarar dudas, es necesario e imprescindible que el(la) psicólogo(a) tratante esté documentado sobre los diferentes padecimientos que se presentan en el servicio en el que participa, así como de los procedimientos quirúrgicos.

El primer programa de Psicoprofilaxis Quirúrgica que se llevó a cabo formalmente en el Hospital, fue con pacientes del servicio de otorrinolaringología que debían ser operados de adeno y/o amigdalectomía.

Antes de echar a andar este programa, la psicóloga asignada al servicio, tuvo que documentarse sobre estos padecimientos, los diferentes esquemas de manejo farmacológico que se usan con los pequeños a fin de evitar la cirugía y después, ingresar al quirófano con el equipo médico para conocer todos los procedimientos y rutinas quirúrgicas.

Tercera sesión

Por medio de cuentos, muñecos y demostración de material pre quirúrgico y anestésico, se realiza la preparación del niño a la cirugía, explicándole más ampliamente los procedimientos que se realizarán antes, durante y después de su operación.

Cuarta sesión

El(la) psicólogo(a) tratante realiza una visita guiada al quirófano para que el paciente lo conozca antes de la cirugía. Esta visita incluye un recorrido desde la sala (servicio) donde será ingresado el niño hasta el área de quirófanos. Aquí el niño conoce el área de preanestesia, el quirófano en el que va a ser operado y la sala de recuperación.

Quinta sesión

Un día previo a la cirugía uno de los médicos especialistas, y el(la) psicólogo(a) tratantes acompañan a los padres y el paciente durante su entrevista con el anestesiólogo, con el propósito de que entiendan lo mejor posible todo el procedimiento anestésico, al que será sometido el niño y para aclararles las dudas que puedan tener.

6. Cuando es posible, el día de la cirugía el(la) psicólogo(a) tratante, acompaña al paciente en el área de preanestesia y permanece con él en el quirófano hasta que se duerme.

Psicoprofilaxis Quirúrgica. Consideraciones


Mellish (1969) encontró que la anestesia es frecuentemente uno de los mayores temores para el niño y sus padres porque se considera a la sedación preoperatoria como una buena herramienta para mantener al niño tranquilo.

Aún en la actualidad, hay desacuerdo acerca de los beneficios o perjuicios de la presencia de los padres (en especial la madre) durante el proceso de anestesia pre quirúrgica. Sin embargo, unos autores mencionan que esto puede provocar más ansiedad en el niño y otros que la experiencia es menos traumática para el menor (Bertley y Connew, 1994). Esto no está aún probado y se tiene que explorar más a fondo (Kain, Mayes y Wang, 1999).

Autores como Bluestone, Stool, Kenna (1996) consideran que los padres deben estar con el niño en el cuarto de anestesia hasta cinco minutos antes de la cirugía, mientras que Mellish (1969) señala que es necesario que el niño pueda estar con sus progenitores desde el momento en que ingresa a la sala de recuperación después de la cirugía.

Por comunicación personal con la Dra. Mandelbaum (Argentina) sabemos que su equipo no utiliza la visita guiada al quirófano, pero si la presencia de los padres durante el procedimiento anestésico, por su parte el Dr. Ortigoza y su equipo en España hacen la preparación exclusivamente por medio de un video.

En nuestra experiencia hemos encontrado que los niños que han recibido la Psicoprofilaxis Quirúrgica no necesitan de la sedación pre anestésica ya que por saber qué se les hará, se encuentran tranquilos. En el momento de máximo estrés, es decir, cuando el menor se despide de sus padres, el(la) psicólogo(a) juega un rol parental capaz de calmar y de ayudar a asimilar la experiencia.

Referencias

Bertley, R. J. & Connew, A. M. (1994). Parental attitudes and postoperative problems related to paediatric day stay tonsillectomy. New Zeland Medical Journal, 9, 107 (989), 451-452.

Benumof, J. L. & Seidman, L. J. (1992). Anesthesia and perioperative complications. (Year book). U.S.A.: Mosby.

Bluestone, Stool, Kenna. (1996). Tonsillectomy and adenoidectomy. In Pediatric Otorhinolaryngology. (3d edition). E.U.

Christensen, T., Hjotso, M. C., Mortesen, E., Riis-Hansen, M. & Kehlet, H. (1986). Fatigue and anxiety in surgical patients. Acta Psychiatric Scandinava, 73, 76-79.

Davenport, H. T. & Werry, J. S. (1970). The effect of general anesthesia, surgery and hospitalization upon the behavior of children. American Journal of Orthopsychiatry, 40 (5), 806-824.

Eiser, C. (1984). Annotation communicating with sick and hospitalized children. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 25 (2), 181-189.

Ferrano, A. (2000). ¿Psicoprofilaxis quirúrgica? [en línea] http://www.deon.com.ar/66psicoprofilaxis.thm

Goldman, A. B. & Bohcali, A. (1966). Psychological preparation of children for tonsillectomy. Laringoscope, 76 (10), 1689-1705.

Kay, B. (s.f.). Efectos psicológicos de la anestesia en niños. México.: Coloquios anestesiológicos.

Liv, R., Barry, J. E. S. & Weinman, J. (1994). Effect of background stress and anxiety on postoperative recovery. Anaesthesia, 49, 382-386.

Mandelbaum, S. (1994a). Vamos al hospital: guía para preparar a su hijo para una internación. (2a edición). Buenos Aires, Argentina.: Libros del Quirquincho.

Mandelbaum, S. (1994b). Vamos al hospital. La historia de Pablo, de cómo lo operaron y de cómo se curó. (2a edición). Buenos Aires, Argentina.: Libros del Quirquincho.

Mandelbaum, S. (1998). Recomendaciones para la evaluación y preparación quirúrgica en pediatría. Revista Argentina de Anestesia, 56 (6), 395-419.

Mellish, R. W. (1969). Preparation of a child for hospitalization and surgery. Pediatric Clinics of North America, 16 (3), 543-553.

Ortigoza, J. M., Méndez, F. X. & Vargas, F. (1998). Repercusión de la preparación psicológica en la cirugía pediátrica sobre la recuperación postquirúrgica. Anales Españoles de Pediatría, 49, 369-374.

Reissland, N. (1983). Cognitive maturity and the experience of fear and pain in hospital. Social Science Medicine, 17 (8), 1389-1395.

Schulman, J. L., Foley, J. M., Vernon, D. T. A. & Allan, D. (1967). A study of the effect of the mother’s presence during anesthesia induction. Pediatrics, 39 (1), 111-4.

Spicher, C. M. & Yund, C. (1989). Effects of preadmission preparation on compliance with home care instructions. Journal of Pediatric Nursing, 4 (4), 255-262.

Mellish, R. W. (1969). Preparation of a child for hospitalization and surgery. Pediatric Clinics of North America, 16 (3), 543-553.

Visintainer, M. A. & Wolfer, J. A. (1975). Psychological preparation for surgical pediatric patients: The effect on children’s and parent’s stress responses and adjustment. Pediatrics, 56 (2), 187-201.

Wolfer, J. A. & Visintainer, M. A. (1979). Prehospital psychological preparation for tonsillectomy patients: Effects on children’s and parent’s adjustment. Pediatrics, 64 (5), 646-655.

Citar:

Tercero, G. (27 abril, 2021) Psicoprofilaxis Quirúrgica en pacientes pediátricos. Instituto Salamanca. https://instsal.me/4cinl

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