El Humor, la sonrisa y la risa producen sensación de bienestar, actuando como estímulos en la realización personal y en la perspectiva de vida. El buen Humor, en psicología, facilita la comunicación, relaciona mejor, nos hace ver lo relativo de la realidad, comprender y dar significado a las experiencias. También propende por el desarrollo de emociones sociales positivas flexibilizando la capacidad benéfica de pensar con más amplitud y optimismo.
El Humor la sonrisa y la risa son excelentes mecanismos, a los cuales podemos recurrir para establecer, mantener el bienestar o restablecer la salud.
La sonrisa es acción leve, sin emisión de ningún sonido, un simple movimiento de labios pero de inmenso contenido subjetivo.
Se puede denominar Humor a un estímulo, a una respuesta o a una disposición de ánimo que puede ser habitual o también pasajera. Es considerado como una facultad de apreciar o manifestar el aspecto humorístico o cómico de algo o alguien y se dice que es como «la música de fondo» residente en la vida afectiva; en circunstancias sociales, cotidianas el Humor emerge casi de inmediato antes de la risa.
Hoy, el sentido del Humor es considerado plenamente deseable y saludable. Para que resulte saludable tiene que ser, ante todo, alturado, respetuoso, permitir ver la realidad con cierto grado de crítica; lo ideal es reírse con los demás y no de ellos, y, por supuesto, que los demás se rían con uno y no de uno. Es por ello, que el buen estado de ánimo determina en gran parte nuestro estado de salud.
Psicología del Humor en la antigüedad
En tiempos idos, pobladores de las antiguas India y China acudían a templos donde se reunían para reír, pues entendían a la risa como un acto cercano a los sabios y a lo divino, otorgándole un carácter espiritual elevado. Igualmente, la tradición oriental considera la risa un bien no sólo físico, sino espiritual, como la risa profunda del Buda.
Sobre la risa, la filosofía Zen conceptúa que es una de las medicinas más profundas que la naturaleza ha suministrado al ser humano, porque es capaz de hacer surgir desde lo interno energías curativas eficaces.
En China, los taoístas realizaban ejercicios de meditación para lograr la «sonrisa interior», con la cual acrecentaban el potencial físico y elevaban el estado mental. Al contrario, varios opinan que los clásicos de Grecia y Roma creían que la risa tenía sus raíces en la deformidad, el desaseo y que era motivo degradante para el arte, las costumbres y la religión.
Pero, también el humor fue caracterizado como propio de los tontos e ignorantes. Un prejuicio o rechazo contra el humor se remonta tal vez a figuras del bufón o del payaso de condición social baja.
Hipócrates (460-377 a.C.) y Galeno (h.131.h.201) sustentaron los temperamentos en los humores; de esta concepción se deriva el uso del término «humor» en el sentido de estado o disposición de ánimo, buen humor, mal humor.
Investigaciones de Psicología del Humor
H. Spencer (1820-1903) describió la concepción de la risa como «válvula de seguridad» para un excedente de energía. Freud (1856-1939) compendiando las teorías del alivio, el conflicto y la incongruencia, entendía la risa como descarga de la energía psíquica y hacía distingos entre lo «cómico», «la agudeza» y «el humor». En 1928 en El chiste y su relación con el inconsciente, expone y analiza la relación del chiste y la descarga que provoca en el individuo, como tensión-distensión.
V. Frankl (1972) en su Logoterapia, significa el principio de dar sentido a la existencia y al sufrimiento humano, introduciendo el humor en la psicología como parte del proceso terapéutico, reitera no evadir obstáculos o complicaciones; al contrario, aceptarlos con serenidad sin desesperanza, en actitud animosa, forjando el cambio.
Caracterológicamente corresponde al estado de ánimo y designa propiamente el efecto de éste sobre los semejantes y el medio ambiente (Dorsch, 1992).
Las dimensiones Cognitivo y Social en el Humor
El avance de las dimensiones cognitivas y especialmente el trabajo efectuado con un enfoque del procesamiento de la información presentan otro horizonte. Generalmente la disparidad entre las expectativas y las percepciones se considera una condición necesaria, pero no suficiente del humor. A esa disparidad se la llama «incongruencia». (Lo incongruente es aquello falto de acuerdo, relación o correspondencia entre sus partes). El humor y la incongruencia tienen que hacerse significativos o apropiados; algunos dirían que hay que encontrar una regla cognitiva que vuelva explicable la incongruencia dentro del contexto del humor. Una resolución parcial o completa de la «incongruencia» se considera componente esencial del proceso del humor. (Harré y Lamb, 1992).
La significación del contexto social resulta clara en análisis del humor y la risa infantiles, donde se hace hincapié en la necesidad de un estado de ánimo juguetón. La psicología del humor para los Psicólogos del desarrollo, es relevante porque es una forma de juego que envuelve símbolos, imágenes e ideas.
Algunos investigadores de la Psicología del Humor refieren que el humor se manifiesta por primera vez alrededor de los 18 meses, cuando el infante adquiere capacidad de manipular símbolos, capacidad para jugar a fingir o hacer creer. Otros psicólogos, sostienen que el humor es experimentado por niños de cuatro meses; se requiere que el bebé pueda resolver las incongruencias y que los sucesos inconexos particulares sean percibidos como seguros y juguetones.
Importancia y valor del Humor
Para la Psicología del Humor el buen humor es el tono sentimental agradable que experimenta internamente una persona, sus efectos y beneficios son tremendamente positivos. Por ejemplo:
- Produce sensación de bienestar.
- Refuerza los sentimientos.
- Hace experimentar mayor optimismo.
- Provee decisión y resistencia a obstáculos y problemas.
- Impulsa la iniciativa, creatividad y mejora el aprendizaje.
- Tonifica la autoestima.
- Fomenta la comprensión, comunicación y tolerancia.
- Acrecienta las relaciones interpersonales.
- Coadyuva a fortalecer la voluntad y constancia.
- Reduce la tensión, ansiedad y el estrés.
- Propende por el desarrollo de emociones sociales positivas: la satisfacción, alegría y amor.
- Presenta perspectivas frente a imprevistos, enfermedades, extiende visión de vida.
Para la Psicología del Humor el sentido del humor es un mecanismo psicológico muy sofisticado que permite aumentar la eficacia con la que nos enfrentamos a las situaciones. Está ligado a la jovialidad y a la agudeza, en general, a la buena disposición personal para hacer las tareas. La forma de resolver una situación complicada, el éxito o fracaso del intento, depende más de la actitud positiva, activa, con que se afronte que de la aptitud objetiva para poder resolverlo.
Para no dejarse arrastrar por los problemas, es imprescindible saber relativizarlos, observarlos con cierta distancia para suavizar sus impactos negativos.
El Humor se aprende
Para la Psicología de Humor, el humor no es una capacidad innata, se va aprendiendo en el transcurso de la vida, puede ser potenciado o aumentado con esfuerzo diario, pues el sentido del humor: a) Ayuda a afrontar mejor los problemas, b) Estimula la inteligencia y la velocidad de reflejos, c) Extrae las situaciones del contexto e invierte situaciones habituales d) Agudiza claramente el instinto de supervivencia.
En cuanto a la capacidad de crítica y humor, la Psicología del Humor recomienda evitar caer en extremos: No situarse desagradable, con burla, ironía o ridiculización constante de las personas que nos rodean. No situarse cándido, con humor tan ingenuo que cualquier persona o circunstancia nos produzca risa.
La Psicología del Humor destaca también que humor es actitud hacia la vida, hacia las dificultades, porque el buen humor y la risa flexibilizan la capacidad de pensar con más amplitud, generando reflexión productiva.
Psicología del Humor y Terapia Racional Emotiva
La TRE de A. Ellis (1997), es una Escuela que aplica el sentido humorístico, enfocando las perturbaciones emocionales que acontecen debido a la sobredimensión e importancia que damos a los sucesos o acciones; las tomamos muy formales, rígidas, sin salida o final.
A. T. Beck (2000) en su Terapia Cognitiva de la Depresión, utiliza el humor exhortando a indagar y ver el lado festivo de las cosas o de las circunstancias.
Rodríguez Idígoras (2003) manifiesta que el humor nos ayuda a relacionarnos con los otros de manera distendida y a alejarnos de un excesivo individualismo, enseñándonos a ser menos arrogantes y por lo tanto más humildes. Entre otros beneficios:
- Relativiza la realidad.
- Favorece la adaptación al cambio.
- Sirve para rebajar el sentimiento de frustración que provoca la percepción de nuestras limitaciones.
- Es muy valioso para defenderse de una crítica o una ofensa que desafía el equilibrio emocional.
- Puede ayudar a prevenir conflictos.
Magdalena Tirado (2003) aconseja, levantarse y acostarse con la actitud positiva que regala el humor no es sencillo. Pero conviene el humor por que nos permite encontrar nuevas soluciones a los jeroglíficos de la vida cotidiana, nos enseña que las cosas siempre pueden ser de otra manera y nos ayuda a elegir. Por eso, quizá merezca la pena incorporar a nuestro talante el sentido existencial de la travesura.
Funciones del Humor
La Psicología del Humor considera que el buen humor, risa y sonrisa pueden:
- Favorecer el flujo de la interacción, que revela actitudes con una relativa impunidad.
- Comunicar alianzas.
- Inducir a cambios en la estima del grupo.
- Ser parte integral de la estrategia del comportamiento exitoso.
- Ayudar al mantenimiento del estatuto jerárquico y poner a prueba la situación de las relaciones.
- Ser multidimensional, principalmente en función del contenido y contexto social, una sola situación humorística puede dar origen a efectos múltiples y diversos entre los iniciadores, receptores y los testigos.
Los efectos en los receptores son mediados en parte por los valores y motivos percibidos del iniciador, que a su vez es influido por las repuestas que suscita. (Harré y Lamb, 1992).
Beck, A.T.(2000) Terapia Cognitiva de la Depresión. España: Desclée De Brouwer.
Ellis, A. y Grieger, R. con cols. (1997) Manual de Terapia Racional – Emotiva. España: Desclée De Brouwer
Harré, R.; Lamb, R. (1992) Diccionario de Psicología Social y de la personalidad. España: Paidós
Rodríguez Idígoras, A. (2003). El valor terapéutico del humor. España: Desclée de Brouwier.
Tirado, M. (2003) Los beneficios del humor. En Revista MUFACE N° 192